La insoportable levedad de la tropa

Estamos en plena convulsión de mentiras y currículos falsos que no han sorprendido a nadie porque conocemos el percal de la clase política más mediocre y sectaria de nuestra maltrecha democracia, empezando por el Presidente del gobierno, famoso falsificador de una tesis doctoral que nunca escribió.

Vivimos un momento crítico en el que una epidemia de indignidad azota la estabilidad del sistema con el apoyo de una parte de la sociedad que ha renunciado a defender sus derechos constitucionales, y llegado a este punto no sé si me repugnan más los viejos que han traicionado los principios de la transición política a la democracia o los jóvenes ignorantes de nuestra historia en la que España se abrazó desde el Partido Comunista de Carrillo hasta los jóvenes ex franquistas que renegaron del dictador.

A los mayores, con principio de Alzheimer y tardía rebeldía, habrá que dejarles en su desahogo sin advertirles que no están en edad de reivindicar hoy lo que no hicieron entonces, y a los jóvenes ignorantes que han descubierto que les renta convertirse en propagandistas del odio según les dicta el político más amoral de España, les basta con ganarse unos euros y compartir pantalla con famosillos sin currículo, sin pelo y sin estudios, con gritonas operadas , con ex cantantes que no cantan o con ignorantes que militaron en Podemos.

Una parte de la sociedad ha renunciado a defender sus derechos constitucionales 

Nada de lo que ocurre en estos últimos años en España es producto de la casualidad. El diseño está pensado desde instancias del poder que buscan igualar a la baja el perfil acrítico de una parte de la sociedad inculta, mediocre, servil, fanatizada y entrenada para odiar a quienes piensan de forma diferente porque necesitan un enemigo para sobrevivir.

Mientras tanto hay una España de gente de toda edad y condición que madruga, trabaja, estudia, se implica en proyectos, es solidaria, paga sus agobiantes impuestos, va a conciertos, hace deporte, cuida de sus hijos y sus mayores, lee libros y… se ducha todos los días.

El checo Milan Kundera, que ha vivido cerca de cien años y su obra más conocida es  “La insoportable levedad del ser”, es autor de “La vida está en otra parte”, o «Los pensamientos traicionados», tres mensajes que deberían tener en cuenta los que nunca le leerán porque les haria reflexionar… y no están para ese esfuerzo.

Texto de: Diego Armario