Una «Junta de Paz» y la entrega de rehenes. Claves del acuerdo de paz para Gaza
- APEI PRTVI
- 30 sept
- 4 Min. de lectura

«Este podría ser uno de los días más importantes de la historia de la civilización», prorrumpió este lunes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con su habitual retórica épica. Trump, junto al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció que habían llegado a un acuerdo para la paz en la franja de Gaza tras casi dos años de guerra, 48 rehenes israelíes –20 vivos– aún en manos de Hamás y más de 66.000 gazatíes muertos, según datos de la organización terrorista palestina. El republicano presentó su hoja de ruta como una propuesta para la «paz eterna» no solo en la Franja, sino en todo Oriente Medio.
Este documento, aprobado por Netanyahu y difundido por la Casa Blanca, contiene 20 puntos en los que se esboza el futuro del enclave palestino sin Hamás, su gobernanza y administración, así como las fases a seguir para apuntalar un previo alto el fuego y la liberación de los secuestrados. En este sentido, en el primer apartado, Washington asegura que «Gaza será una zona desradicalizada y libre de terrorismo que no supondrá una amenaza para sus vecinos», para continuar diciendo que el territorio «será reconstruido en beneficio de su población, que ya ha sufrido más que suficiente», por lo que no se plantea la expulsión forzosa de sus más de 2,1 millones de habitantes.
«Si ambas partes aceptan esta propuesta, la guerra terminará inmediatamente. Las fuerzas israelíes se retirarán a la línea acordada para preparar la liberación de los rehenes. Durante este tiempo, se suspenderán todas las operaciones militares, incluidos los bombardeos aéreos y de artillería, y las líneas de combate permanecerán congeladas hasta que se cumplan las condiciones para la retirada completa por etapas», reza el texto.
Estados Unidos plantea también la creación de una Fuerza Internacional de Estabilización que se desplegará inmediatamente en la Franja
En este sentido, y una vez que Israel acepte el acuerdo públicamente, Hamás deberá liberar a todos los rehenes –vivos y muertos– en un plazo de 72 horas.
Una vez los rehenes estén de vuelta en el país hebreo, Netanyahu se compromete a excarcelar a 250 presos condenados a cadena perpetua, además de 1.700 gazatíes que fueron detenidos después del 7 de octubre de 2023 –día de la masacre de Hamás contra el sur de Israel–, incluidas todas las mujeres y niños. Así, por cada secuestrado israelí cuyos restos sean devueltos, el Gobierno hebreo devolverá los restos de 15 habitantes de Gaza fallecidos. El plan, además, plantea otorgar la amnistía a aquellos miembros de Hamás que se comprometan a la coexistencia pacífica y a abandonar las armas. Asimismo, a quienes deseen abandonar la Franja, aseguró Trump, «se les proporcionará un paso seguro a los países de acogida», sin especificar qué naciones han aceptado recibir a esos miembros de la organización islamista palestina.
El acuerdo plantea la entrada inminente de ayuda humanitaria al enclave y establece, «como mínimo», el mismo número de camiones que accedían antes del estallido del conflicto, cuya distribución recaerá en manos de Naciones Unidas y sus agencias, y la Media Luna Roja, «además de otras instituciones internacionales no asociadas de ninguna manera con ninguna de las partes».

Esto arroja dudas sobre si la polémica Fundación Humanitaria de Gaza (FHG), acusada de abrir fuego contra las conocidas como «colas del hambre» y patrocinada por Estados Unidos e Israel, seguirá teniendo algún rol en el reparto de ayuda humanitaria. El paso de Rafah, en la frontera con Egipto, se reabrirá «en ambas direcciones» para permitir un mayor flujo de camiones.
Sobre la gobernanza de la Franja, el punto más espinoso para Israel, Trump propone la creación de un comité palestino «apolítico» que estará integrado por palestinos cualificados y expertos internacionales, con la supervisión y el control de un nuevo organismo internacional de transición, al que bautizó como «Junta de Paz».
Este organismo estará dirigido por el propio presidente de Estados Unidos, además de contar con otros jefes de Estado que, apuntó, «se darán a conocer más adelante», aunque sí confirmó la presencia del exprimer ministro británico, Tony Blair. Fuera de la ecuación queda, por ahora, la Autoridad Nacional Palestina (ANP), liderada por Mahmud Abás, a la que el republicano instó a realizar cambios internos, tras más de una década sin elecciones.
La Autoridad Nacional Palestina queda fuera, por ahora, del Gobierno de Gaza
En cuanto a la seguridad, Estados Unidos se compromete a colaborar con socios árabes e internacionales para crear una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF) temporal que se desplegará inmediatamente en Gaza. La ISF entrenará y prestará apoyo a las fuerzas policiales palestinas seleccionadas en la Franja. Entre los puntos más importantes destaca la promesa israelí de no anexionarse el enclave, aunque en ningún momento se hace referencia a Cisjordania. Como último paso, el documento señala que «se establecerá un proceso de diálogo interreligioso basado en los valores de la tolerancia y la coexistencia pacífica para intentar cambiar la mentalidad y el discurso de palestinos e israelíes, haciendo hincapié en los beneficios que puede reportar la paz».
«A medida que avance la reconstrucción de Gaza y se lleve a cabo fielmente el programa de reformas de la Autoridad Palestina, podrían darse finalmente las condiciones para una vía creíble hacia la autodeterminación y la creación de un Estado palestino, lo que reconocemos como la aspiración del pueblo palestino. Estados Unidos establecerá un diálogo entre Israel y los palestinos para acordar un horizonte político que permita una coexistencia pacífica y próspera», concluye el plan de paz para Gaza de Trump.
Andrea Polidura (El Debate)
.png)





Comentarios